Por
increíble que parezca, en el teatro solo son necesarios un escenario y unos
buenos actores para poder sentir la magia que emana de este género literario.
Ni decorados, ni artificios, tan solo unos simples cubos huecos de metal y un
sencillo, aunque logrado vestuario, consiguen en esta adaptación de la Celestina encandilar a
todo un público de jóvenes.
Tal y como nos aclaraban antes de comenzar la
obra, lo que nos iba a ser mostrado no era otra cosa que una “muy fresca” interpretación
del clásico de Fernando de Rojas. No puedo describirla con otro adjetivo que se
asemeje más a la realidad. Es, además de fresca, totalmente fiel a la obra
original, y teniendo en cuenta que la Celestina es una obra compleja en términos de representación,
es pertinente decir que no se podría haber realizado mejor.
El
estruendo de los aplausos y silbidos cuando la representación llegó a su
término ,no es más que otra prueba de que esta opinión no es solo mía, sino
general. Los actores de esta adaptación han convertido un clásico despreciado
por muchos jóvenes, un simple libro de lectura obligatoria, “en una realidad”,
y han hecho que cada uno de nosotros entre en la verdadera esencia de La Celestina y mire con
otros ojos este clásico inmortal.
(Reseña realizada por Paula Currás 1º BACH. C)
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